La Iglesia de Dios traza sus raíces al año de 1886, a una rústica casa
ubicada entre la frontera de los estados de Tennessee y Carolina del
Norte. Allí, ocho cristianos se reunieron con el deseo sincero de buscar
más de Cristo.
El grupo había tratado infructuosamente de reformar a
sus iglesias locales, así que establecieron una nueva con el fin de
restaurar las doctrinas de la Biblia, promover una mayor consagración,
la evangelización y el servicio cristiano. Veintiún años más tarde, la
Unión Cristiana nacida en Barney Creek, adoptó el nombre de Iglesia de
Dios.
De esos humildes orígenes creció hasta convertirse en una de las
denominaciones pentecostales más influyentes del mundo. Por mas de 125
años, la Iglesia de Dios (Evangelio Completo) se ha distinguido por predicar el evangelio
bajo el poder del Espíritu Santo. Al momento, su membresía sobrepasa los ocho millones de personas, distribuidas en 173 países. Los líderes de
la Iglesia de Dios son muy respetados dentro del movimiento pentecostal.
Hoy, la Iglesia de Dios siente un llamado similar al experimentado en
sus primeros días en Barney Creek. Sus congregaciones están
experimentando el poder del Espíritu Santo como nunca antes. De todas
partes llegan noticias sobre cientos de conversiones y vidas que reciben
la llenura del Espíritu Santo.
La Iglesia de Dios ha sido llamada a
evangelizarle al mundo. También al discipulado y la oración, al
compromiso, a ser un canal para el avivamiento pentecostal en este nuevo
milenio.